Efecto ‘bokeh’, zoom óptico, sensores monocromos… Te explicamos las diferencias entre las cámaras duales de cada fabricantes
Marzo de 2014. Una vigorosa HTC, con una salud que distaba mucho de la anemia comercial que le azota en estos días, lanza su buque insignia tras el Mobile World Congress. El One M8. Un terminal metálico cuya espalda se ve interrumpida por las bandas de la antena y… ¿dos lentes? Este terminal del fabricante taiwanés se convirtió entonces en el primero en incorporar un cámara dual.
Esta funcionalidad fue rápidamente aparcada. La siguiente generación del terminal regresó a una cámara convencional tras el fracaso de su predecesor. En aquel momento aquello quedó como una genialidad peregrina, rápidamente enterrada y con un daño notable a los intereses de la marca que hoy se enfrenta a un futuro más que incierto.
La idea quedó en silencio hasta que un par de años después LG lo recuperó para el G5 allá por febrero de 2015. Hoy, se han convertido en una de las tendencias en el mundo de los ‘smartphones’ y el efecto ‘bokeh’ (profundidad) ha pasado a engrosar el glosario de términos que se escuchan en el mundo de la telefonía.
Samsung Note 8:
Samsung es la última marca en subirse al carro de las cámaras duales. Es uno de los principales atractivos de su nuevo Note 8, presentado el pasado miércoles.
Cuenta con dos sensores de 12 megapíxeles cada uno. Uno es un gran angular con f/1.7 de apertura (un valor importante para captar fotos con poca luz. Cuanto menor es este valor, mayor luz permite), estabilizador óptico de imagen (OIS) y tecnología ‘dual píxel’. El otro es un teleobjetivo con apertura f/2.4, OIS y autofocus.